viernes, 22 de marzo de 2013

COSICA DE LA REGION DE MURCIA

Para: diegolardin.rosa@hotmail.es
Proyecto Araar
Una flora singular
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EL PAISAJE VEGETAL DE CARTAGENA, FRUTO DE UN LARGO PROCESO DE DEGRADACIÓN.
Las comunidades vegetales que hoy encontramos en la mayor parte de los paises ribereños del Mediterráneo son, en gran medida, herencia de los distintos aprovechamientos que el hombre ha hecho he hecho del territorio a lo largo de miles de años.
Así, la vegetación ordinaria que encontraron los habitantes del Paleolítico en la comarca de Cartagena, formada por extensos lentiscares, pinares, sabinares, cornicales y, en menor medida, carrascales más localizados, entremezclados con multitud de especies como el palmito y la coscoja entre otros, ha desaparecido de la mayor parte de la sierra, o ha sido sustituida por especies más oportunistas como el pino carrasco y diversos matorrales poco exigentes. Con ella desaparecieron también animales como el ciervo o el lobo, que habitaron la mayor parte de nuestros montes.
Las roturaciones de tierras con fines agrícolas -especialmente para el cultivo intensivo-, las urbanizaciones litorales -destructoras de grandes extensiones dunares y almarjales-, la extracción de madera para la construcción de viviendas o barcos -sobre todo antes de la Edad Media y más escasamente entre los siglos XVI y XIX-, las actividades mineras -principalmente en la segunda mitad del siglo XX- y los incendios forestales, han dejado un paisaje profundamente alterado donde sólo unos pocos espacios privilegiados muestran comunidades bien conservadas de flora autóctona, como ocurre en el entorno de Calblanque-Peña del Águila, Sierra de la Muela o rambla de El Cañar-Peñas Blancas.
Pero no todo ha sido destrucción, también han existido intentos de conservación. Ya en 1787 aparecen acotados los montes de la Muela y Peña del Águila, los más representativos en cuanto a las plantaciones que en ellos se realizaban, sobre todo con pino, para poder abastecer a los astilleros de la Marina en la Jurisdicción de Cartagena. Para cumplir estas normas llegaba a castigarse duramente a los infractores, obligándoles a plantar un buen número de árboles por cada uno que arrancaban, lo que no impidió que se destruyeran las zonas boscosas.
En las últimas décadas se ha ayudado poco a la vegetación ya que, , además de destruirla, se han hecho pocas repoblaciones, y en ellas se ha utilizado casi exclusivamente pino carrasco, en detrimento de otras muchas especies autóctonas de mayor interés ecológico y cultural.
UNA FLORA SINGULAR
A pesar de las alteraciones producidas a lo largo de la historia, las sierras litorales de Cartagena, unidas al tramo costero que se extiende hasta el Cabo de Gata, en la vecina provincia de Almería, albergan especies vegetales de enorme interés científico y cultural. Destacan sobre todo las plantas iberonorteafricanas - espacies tan solo presentes en esta franja costera y en el Norte de Africa-, con especies tan singulares como el araar o sabina mora -solo existen ejemplares autóctonos en la sierra de Cartagena dentro de toda la Europa continental-, el arto, cornical y caralluma entre otros. A ellas se unen especies solo presentes en la Comarca Natural del Campo de Cartagena -endemismos- como la jara de Cartagena, y otrascon distribución restringida al sureste de la Península.
Especies frecuentes en la Península Ibérica como la encina, de la que solo queda medio centenar de ejemplares en toda la sierra de Cartagena, o en el madroño, con un número todavía menor, eran antes más abundantes, y hoy solo se encuentran en lugares relativamente umbríos.
 

Araar o sabina mora
Tetraclinis articulata
El araar, conocido en la comarca como sabina de Cartagena, es un arbolillo que encuentra en la sierra litoral sus últimas poblaciones naturales de la Europa continental
El pinar de pino carrasco, que comienza a formar pequeños bosques, y las comunidades de arbustos y matorrales, con especies como el esparto, palmito, espino negro, y aromáticas como el romero o el tomillo, constituyen hoy la vegetación predominante, perfectamente adaptada a unas condiciones climatológicas especialmente duras, que se caracteriza por altas temperaturas y escasas precipitaciones,típicas de clima semiárido.
 
   

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Flora de Murcia

Archive for Noviembre, 2010

De algunas publicaciones antiguas

29 de Noviembre de 2010 · Archivado en la categoría General
Echando un vistazo a algunas de las publicaciones antiguas que he recopilado para un proyecto sobre la flora de Murcia, en la Biblioteca digital del Real Jardín Botánico de Madrid y que datan de la década 1900-1910, he reparado en un par de párrafos interesantes, de algunos de los primeros estudios botánicos sobre la flora de la Región de Murcia, en las sierras de Cartagena, los siguientes:
Francisco de Paula Jiménez Munuera, en Plantas de Cartagena (adiciones y modificaciones) (1909), escribe: “Cuando en el año 1903 publiqué, en las Memorias de la Real Sociedad Española de Ciencias Naturales, el catálogo de «Plantas de Cartagena», donde se enumeraron las especies espontáneas de esta comarca, creía haber visto y recogido todas las que aquí vivían, excepción hecha de algunas formas insuficientemente comprobadas. Estaba lejos de pensar que visitando los mismos sitios en épocas del año muy próximas, pudiera encontrar nuevas formas no vistas hasta entonces, y sin embargo, así ha sucedido.”
Carlos Pau, en Plantas nuevas para la flora española procedentes de Cartagena (1903), indica que: “Sin el concurso de los Sres. Ibáñez y Jiménez es muy probable que mi visita no hubiera dado resultado notable, porque no todas las especies se encontraban en condiciones de estudio y se hacía necesario recogerlas de nuevo; quede, pues, para mis amigos el mérito de su descubrimiento. Yo me reduje, como el loro del cuento, á ir á donde se me lievara; y si lograron ó no sus deseos, dícelo la presente nota con más elocuencia que todo cuanto aquí yo dijera.”
Y es que, como también destaca Francisco Alcaraz et al., en el capítulo de libro Aproximación a la diversidad de la flora vascular de la Región de Murcia, en Biodiversidad: contribución a su conocimiento y conservación en la Región de Murcia, de Calvo et al. eds. (2000): “¡La flora de un territorio nunca puede darse por totalmente conocida!“. También, como apunta Pau, siempre seran necesarias aportaciones muy diversas, ya sean de aficionados, agentes medioambientales o profesionales de la botánica.

Colores de otoño

5 de Noviembre de 2010 · Archivado en la categoría General
Con la nueva estación algunos árboles comienzan a perder las hojas y, sin la espectacularidad de los chopos del Noroeste, así se encuentran los pequeños olmos (Ulmus minor) de la Rambla del Valle, muy cerca del recientemente reabierto Albergue Juvenil.

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